lunes, 27 de noviembre de 2017

Acerca del pueblo de Ocozocoautla; Historia y cultura

Ocozocoautla empezó con la llegada de los indios zoques, donde imperaba el patriarcado, cada familia era organizada por el jefe y su labor era proteger a los suyos. Egoístas y con el afán paternal impidieron el desarrollo económico, en ese entonces la moneda que predominaba era el cacao o cacomoc, quien poseía una buena cosecha de ese fruto era el más poderoso de la región.
Los zoques dominaron los extensos valles de Ocozocoautla y las Ciénegas hasta la sima del “cerro brujo”, capital guerrera que era conocida como “javepagcuay “se extienden en vastas planicies que construyeron el tesoro tribal aquí, los zoques fabricaron arcos y lanzas para la cacería  con materiales propios para la región, en la ciudad de javepagcuey se localizan ruinas, una pirámide cubierta de tierra que aparenta ser una colina, cuya causa es llamada “cerro del ombligo” La denominación Ocozocoautla es de origen nahua o náhuatl y significa “bosque de ocozotes”, aunque en algunas fuentes aparece como “bosques de ocotes”.  También conocido localmente como Coita.
 A partir del 1ro de diciembre de 1928 mediante el decreto del gobernador Raymundo Enríquez,  lleva el apellido de Espinosa en honor al insigne revolucionario Teniente Coronel Luis Espinosa, periodista y político originario de este municipio. El 19 de enero de 1926 el pueblo de Ocozocoautla fue elevado a la categoría de ciudad.
La población de la ciudad se ocupa en las labores agrícolas, ganaderas y forestales. Maíz, arroz, cacao. Ajonjolí, café, caña de azúcar,  plátano y piña son sus principales productos agrícolas.
Se ubica en la parte occidental del estado, abarcando parte de la depresión central y de las montañas del norte. Colinda al norte con Tecpatan, al este con Berriozábal, Tuxtla Gutiérrez, Suchiapa, al sur con Villa Flores y al oeste con Jiquipilas y Cintalapa.
La región de la Reserva de la Biosfera “selva el ocote” forma parte del área tradicional de la etnia zoque por lo que la información arqueológica, histórica y etnográfica más relevante se refiere a esta cultura. En el clásico temprano (350-550 d.C.) se desarrollaron las diferentes culturas de Chiapas ocurriendo posiblemente infiltraciones zoque en la región reserva “selva el ocote”. En el clásico tardío (550-950 d.C.) se tienen numerosos y pequeños centros religiosos, los cuales ocuparon las orillas del rio la venta.
A partir de la década de los 60´s empezaron a colonizar la región conocida como montañas del norte en su porción sur, es decir, la “selva el ocote”. Esto con la finalidad de disponer de tierra para trabajar, lo que trajo consigo una considerable expansión de su territorio. Los tzotziles conciben al mundo como un todo y lo llaman cielo-tierra (vinajel-balamil).
En la actualidad, además de las grandes poblaciones mestizas de Ocozocoautla se pueden encontrar pequeños poblados de origen tzotzil como los son 23 comunidades de la zona de amortiguamiento de la “reserva el ocote”, además de los ejidos asentados a lo largo del rio la venta.
En 1984 se constituye el sistema nacional de áreas naturales protegidas, por medio del cual se propone otorgar al ocote la categoría de reserva especial de la biosfera, sin embargo cabe mencionar que este sistema no se había consolidado y que la denominación dada a él ocote fue imprecisa y aunque la categoría de manejo estuvo bien justificada, legalmente no fue detectada como reserva especial de la biosfera.

Créditos a las fotografías: Oel Barajas Sarmiento
Información: "El río la venta y el arco del tiempo" 2010

Introducción a las pinturas rupestres en Ocozocoautla; Sima El Copal

Uno de los sitios con vestigios de la cultura zoque plasmados en  pinturas rupestres, es la Sima de la Cotorra que alberga en sus blancas paredes unas treinta pinturas rupestres de color ocre, así como figuras de manos en color rojo y negro.
En estas pinturas se encuentra la historia de una cultura casi olvidada: la zoque. Los hombres de esta civilización pintaron por una razón básica, transmitir a otros y preservar para las futuras generaciones un mensaje de sus raíces echadas en estas tierras.
Muchas de las pinturas que se encuentran en las paredes rocosas de  la Cima de las Cotorras, son imágenes de manos en negativo, alguna otra imagen de metáfora simbólica alusiva a la muerte, una más refiriéndose a la vírgula de la palabra así como pinturas que representan escenas de otros tiempos y que muestran que eran cazadores evolucionados.
La gran mayoría están hechas con pintura rojo ocre, algunas con tonalidad más oscura y otras más claras, revelan que no fueron realizadas en el mismo momento ni por las mismas personas, los menos, en color negro parecen estar hechas con carbón en una época más tardía. También parece estar ligado a los movimientos de las estrellas, el sol y la luna a lo largo del año, tomando como referencia el borde de la Sima, es posible concluir que las diferentes posiciones de estos astros están señaladas con figuras que indican la actividad respectiva a cada estación. Otras figuras parecen estar vinculadas a eventos astronómicos del sol y la luna. Esto puede indicar que el pintor quiso señalar que cuando los astros se hallen en la posición representada, se debe llevar a cabo una actividad en específica.
Si bien durante el preclásico la región aledaña a Ocozocoautla parece haber sido un núcleo de población importante, en particular hacia fines de preclásico (400-100 a.C). Los restos de arte parietal no parecen ser tan prolíficos, destacando principalmente los monumentos esculpidos donde observa principalmente representaciones humanas para el preclásico tardío y clásico temprano respectivamente. Estos relieves presentan a un personaje sedente sobre el cuerpo de una serpiente, temática común en el monumento. Durante esta época no tenemos elementos rupestres asociados con las cavidades naturales, destaca sin embargo, la proliferación de las ofrendas hipogeas, principalmente en cuevas húmedas con amplio desarrollo. Estas cavidades durante la época de estiaje debieron ser importantes para la región del norte de Ocozocoautla, pues las fuentes hidráulicas a las cuales suelen asociarse son un recurso escaso en donde la geología kárstica genera causas subterráneas y escasos recursos superficiales, por lo que la única fuente de agua permanente para la zona de estudio se ubica en el “cañón rio la venta”, con la dificultad de acceso que implica la geografía accidentada de su ubicación, con paredes verticales o extra plomadas de hasta 300 metros de altura.
El material localizado en las cuevas húmedas indica que durante el año 250-400 a.C inicia un periodo de intensa actividad ceremonial asociada por las cuevas húmedas de la región. El material suele localizarse en superficie al fondo de las cuevas, en nichos naturales sobre las formaciones estalagmitas de las mismas
 El escaso material cerámico asociado con las simas con pinturas rupestres, los resultados del estudio del material indican que la principal época de ocupación de este tipo de sitios parece asignarse hacia el clásico tardío o posclásico temprano. Estos concuerdan con la ocupación de cuevas en zonas de difícil acceso en el área del cañón rio la venta, como son “el tapesco del diablo”, “el castillo” “el camino infinito” y “la cueva del lazo”.

Este periodo parece también coincidir con uno de crisis política, pues hacia el 1100 d.C. los principales sitios monumentales de la selva “el ocote” son abandonados y la región de Ocozocoautla experimenta una crisis política y demográfica generalizada.

La importancia de los astros manifestada en las paredes de la Sima El Copal; Cosmovisión Zoque

Los astros, son importante símbolo en la cosmovisión zoque. A menudo en nuestra vida cotidiana, establecemos una curiosa pero importante relación entre fenómenos comunes en nuestra vida con los astros, ya sean las constelaciones, las estrellas o también sin ir demasiado lejos nuestro satélite natural: la luna. Nuestros ancestros nos solían decir que para cortar las hierbas medicinales se debía proceder en función de la luna, que para obtener la mejor madera el árbol debía ser cortado en el auge de la luna llena o ¿que decir de la respetada relación entre el movimiento y ciclo de la luna con el ciclo de menstruación y gestación de la mujer? Entonces, los ancestros zoques, ¿como es que aprendieron esto? ¿Como le dieron sentido a estos conocimientos? Lo supieron desde cuando levantaron los ojos en dirección al cielo para observar: entonces los, ojos, el cerebro y el corazón ya no sólo sirvieron para ver, vivir y pensar, en ese preciso momento empezaron a darle un sentido más profundo a la razón del por qué de la existencia y su tarea tanto como individuo como grupo, así como para transmitir tales conocimientos en el futuro.

Es en este punto donde uno se refiere en concreto a sus pinturas rupestres, donde científicamente nosotros podemos comprobar que conocían la ciclicidad del tiempo, y sin números ni letras, ellos fácilmente podían escribir la fecha exacta, año, mes, día, la hora e incluso los minutos; un trazo aparentemente simple, pero donde radica la importancia de todo un lenguaje universal, capacidad de abstracción y conocimientos del cosmos.

En concreto, el sol y la luna fueron los astros que más fascinaron y llamaron la atención del hombre primitivo. En general, muchas culturas de la antigüedad registraron el ciclo básico del movimiento lunar, lograron notar el patrón de sus ciclos; los trece ciclos lunares en un año, no por nada el número "trece" es el número en referencia al supramundo de los mayas, así como el aspecto de la operación 13 x 20 = 260 que corresponde a la duración en días de su calendario ritual.
Muchas culturas prehispánicas atendían estos fenómenos, tales que incluso hoy en día basta con alzar la mirada al cielo y que con un poco de paciencia y curiosidad podemos apreciar sin duda. Este y muchos más datos están registrados hace más de cuatro mil años en la Sima Copal en Ocozocoautla. Vale la pena pensar, que esos mismos cerebros nos llevaron a descifrar secretos del cosmos y quien sabe cuanto más podremos aprender, y la relación con muchos aspectos que hacemos y pasamos en nuestra vida cotidiana.

¿Cuál es la relevancia del lenguaje del arte rupestre en la Sima "El Copal" en Ocozocoautla para la comunidad?


¿Cuál es el mensaje y la importancia del arte rupestre en la sociedad actual de Ocozocoautla? Al recorrer cada pared, cada ruta, cada cueva se puede percibir la dificultad de la técnica en la que antiguos escaladores, pintores rupestres, se enfrentaban en tales altísimas paredes de roca, pudiendo comprender, por ende, las emociones y motivaciones de aquel entonces.

Estas podrían tener una connotación sacra (actos realizados en función y por una ideología religiosa), pues, en primera instancia, el hecho de pintar sobre pendientes y paredes, dadas sus características tienen un riesgo demasiado alto. Un mínimo descuido podría haber significado la muerte. ¿Te imaginas que sentido de lealtad y devoción tenían esas personas a sus creencias? ¿Es algo que la sociedad actual aún posee?

Siguiendo de lleno en las pinturas rupestres, al descubrir tal dificultad para acceder a donde se encuentran las pinturas, se muestran sus rasgos jerárquicos, habilidades y riesgos. Las pictografías arcaicas plasmadas en estas paredes no se caracterizan por tener una amplia gama de colores, esto nos abre una ventana para explorar varios aspectos del arte rupestre presente en este sitio, pues se pueden apreciar diferentes niveles de comunicación contenidos en las gráficas de las paredes a gran altura (como en su morfología, sintaxis y plano semántico) que, combinadas con las pictografías, ideogramas y psicogramas, construyen una frase prehistórica plena de significados, al igual que una frase metafórica contemporánea. 


Los elementos de cada pintura o grupo de pinturas no son modelos que siguen del todo un patrón arbitrario, estos surgen de la actividad misma del hombre y de las concepciones que sobre la realidad adquiere en su proceso evolutivo. El arte rupestre, además de tener una gran carga imaginativa, también tiene un fuerte poder de seducción. Lo demuestran los sentidos de las formas y el color, el sentido de las variedades y el sentido de la perspectiva, que se muestran extasiados en su contemplación. Quizá por la importancia del patrimonio arqueológico en nuestro país y estado ha pasado desapercibida la presencia de importantes concentraciones del arte rupestre. Las imágenes y símbolos encontrados en cuevas y grandes paredes verticales como caso en concreto la Sima el Copal representan el impulso y la visión del hombre del pasado, lo cual hizo perdurable su pensamiento ante la naturaleza, la historia, la vida y todo el cosmos. Es también, la necesidad de comunicar tales ideas entre ellos y a las futuras generaciones. 



Por tanto y acá otro punto central del tema, nosotros como sociedad actual debemos dar mayor interés a la imaginación íntima de esos ancestros pintores, para descubrir el motivo fundamental que tuvieron para realizar las pinturas y general todo tipo de manifestación artística en la cual aquellos que nos precedieron expresaban y plasmaron su cosmovisión (manera en a que el individuo o sociedad concibe la realidad), que a la vez eso también forma parte de nuestra identidad y nos compone como sociedad y cultura. 

domingo, 26 de noviembre de 2017

Las Pinturas Rupestres

Hablemos a cerca de las pinturas rupestres, a través de su origen. Por definición conocemos como pintura rupestre a todo dibujo o boceto prehistórico que existe en algunas cavernas o rocas.
El término rupestre deriva del latín rupes (que significa roca), con el que se hace referencia a la actividad humana sobre cualquier superficie rocosa; partiendo de eso, es difícil aislar  la manifestación pictórica de otras expresiones como el grabado y los tallados en piedra. Al encontrarse protegida por la dureza de la roca, la pintura rupestre, resiste los efectos de la erosión y el transcurrir del tiempo. Constituye una de las expresiones artísticas más antiguas y primitivas del hombre, existiendo testimonios de ellas de por lo menos 40,000 años de antigüedad, durante la última glaciación;  su carácter de expresión espiritual ha determinado que exista en casi todas las etapas históricas del ser humano y en todos los continentes exceptuando la Antártida.

Esta actividad no fue, ni es actualmente entendida desde el concepto contemporáneo de arte, es decir, el arte para el deleite del experto, si no como un medio imperativo e inherente del ser humano de comunicarse entre sí, así como de plasmar mensajes a lo largo  de su devenir histórico.  Esta práctica es parte de la expresión espiritual de culturas antiguas, que representaron y hoy día continúan representando  sus conceptos  mágico-religiosos y actos cotidianos, así como eventos que en determinado momento han revestido una relevancia especial en su vida diaria, por lo que fueron conmemorados y trasmitidos a otras generaciones y a otros grupos.
Las pinturas rupestres revelan que desde la prehistoria, el hombre creó un sistema de representación artística entremezclada con la magia y la religión, que buscaba mejorar sus actividades, principalmente la caza, a través de plasmar dibujos.
En un primer momento el arte rupestre paleolítico se consideró como puramente ornamental, carente de significados más complejos, pero los descubrimientos que se fueron haciendo, reveló que había un nexo entre los objetos representados y su localización.

A principios de este siglo, se le atribuyó un significado mágico, según el cual, las pinturas servían para influir mágicamente en la realidad. Sin embargo no en todas las pinturas existen evidencias de esa relación que se le ha atribuido, de modo que la motivación oculta del arte rupestre pudo distanciarse de las prácticas cotidianas que reflejan los restos descubiertos hasta ahora.
Pero sin duda, la actividad pictórica rupestre del hombre primitivo respondió principalmente a una necesidad espiritual de expresarse y  otra de índole material para comunicarse entre ellos.



En México, podemos encontrar pinturas rupestres en gran parte del territorio nacional, generalmente están elaboradas en rojo, amarillo, negro y blanco;  representan a seres humanos, animales, cielo y trazos abstractos, podemos decir que una característica común en las diferentes pinturas que hallamos en México consiste en que las imágenes de las personas siempre se encuentran con los brazos hacia arriba, postura que ha sido interpretada como de agradecimiento, alabanza u adoración hacia la deidad.
 Otro rasgo común consiste en los idénticos  tocados o adornos con los que se ve a los personajes, lo que indica que utilizaban un protocolo especial de vestimenta en sus rituales religiosos.

Algunas entidades con importantes hallazgos en pinturas rupestres son Baja California Sur, Sonora y Tamaulipas en el norte; Yucatán, Tabasco y Chiapas, en el sur.

Un vistazo general a la "Sima El Copal" en Ocozocoautla de Espinosa

Una mirada hacia el centro ecoturístico “La sima de Las Cotorras” ubicado en Ocozocoautla de Espinosa, Chiapas. Sin duda este bello lugar ubicado en la depresión central del estado de Chiapas, reviste una especial significación por su belleza natural y riqueza histórica.
Localizado a una distancia relativamente corta de la capital del Estado de Chiapas, ofrece al visitante un colorido espectáculo de aves que revoletean en círculos al amanecer y a su retorno por la tarde.

En sus paredes alberga pinturas rupestres, expresión de la  vasta y fascinante cultura zoque, ligada en sus orígenes a la cultura olmeca. No obstante, el lugar carece de una debida difusión y promoción para convertirlo en un destino turístico de las personas que gustan y se interesan por sitios con esas especiales características.
Las Sima de las Cotorras es un centro ecoturístico ubicado a 50 kilómetros aproximadamente de la ciudad capital del estado; Tuxtla Gutiérrez. Se encuentra en la comunidad “Piedra Parada”, perteneciente al municipio de Ocozocoautla de Espinosa, a tan solo 18 kilómetros de la cabecera. El  centro alberga, variedad de atractivos elementos naturales y significado histórico importante.

La Sima de las Cotorras se trata de un hundimiento natural de la tierra en forma de círculo, se formó a causa de la erosión del agua. Tiene una profundidad estimada de 140 metros y un diámetro de 160 metros, en el cuál se encuentra una comunidad de un sin número de cotorras, del cual se basa dicho nombre.
Al descender aproximadamente 25 metros se localizan plasmadas sobre la pared una gran cantidad de pinturas rupestres, en las que destacan huellas de manos pintadas en color rojo y negro. Estas pinturas fueron dejadas por los antiguos zoques, ya que, cabe recordar que en el actual Ocozocoautla, se asentó uno de los cuatro señoríos zoques que abarcaron el estado de Chiapas, auténticamente capital guerrera, llamada “Javepagcuay”.
Por su naturaleza geológica, los abismos son, válgase la redundancia, cisternas naturales donde se acumula gran cantidad de agua durante los periodos lluviosos.
Por respuesta y en acción directa del agua, estos disuelven lenta pero progresivamente los techos calizos de dichos espacios, hasta ocasionar así el colapso de su superficie; este es el proceso sintetizado del nacimiento de una nueva sima, en este caso; la sima de las cotorras.

Pero ¿por qué solo estudiar el área de la también llamada “Sima el Copal”?, ¿qué es lo que la hace tan importante, y por qué? Por importantes característica con las que cuenta este centro ecoturístico, que abarcan el ámbito geográfico, biológico, hasta el ámbito histórico y cultural.
En el área de la sima se localiza el río subterráneo más importante de toda la estructura hidrogeológica que comprende Cintalapa, Jiquipilas y Ocozocoautla.


En el fondo de la fosa se pueden encontrar árboles de casi 30 metros de altura, su vegetación es selva húmeda, con árboles de “chicozapote” en su gran mayoría y árboles de Copal. La fauna consta de las ya mencionadas “cotorras verdes”, aves pequeñas, murciélagos, diversas especies de abejas y serpientes.
La Sima de las Cotorras,  es no sólo un importante lugar de atractivo natural, sino también un espacio de riqueza histórica y cultural por el paso del tiempo y los vestigios de la antigua civilización que preserva.
Actualmente es administrada por la Cooperativa Tzamanguimó, integrada por habitantes de la cercana comunidad de Piedra Parada del municipio de Ocozocoautla de Espinosa; quienes a través de una cuota de 20 pesos por persona, ofrecen al turista servicio de restaurante, alojamiento en cabañas y servicios de guías para caminatas perimetrales, rappel y escalada en las paredes de la sima.
Los encargados de su administración tienen una excelente actitud para realizar los servicios, pero es claro que carecen de recursos técnicos y materiales para mejorar y hacerlos más eficientes.
A través de una mayor difusión y promoción de la Sima de las Cotorras, se puede lograr que este sitio se transforme en un centro de atractivo turístico y cultural a nivel local y nacional.