Los astros, son importante símbolo en la cosmovisión zoque. A menudo en nuestra vida cotidiana, establecemos una curiosa pero importante relación entre fenómenos comunes en nuestra vida con los astros, ya sean las constelaciones, las estrellas o también sin ir demasiado lejos nuestro satélite natural: la luna. Nuestros ancestros nos solían decir que para cortar las hierbas medicinales se debía proceder en función de la luna, que para obtener la mejor madera el árbol debía ser cortado en el auge de la luna llena o ¿que decir de la respetada relación entre el movimiento y ciclo de la luna con el ciclo de menstruación y gestación de la mujer? Entonces, los ancestros zoques, ¿como es que aprendieron esto? ¿Como le dieron sentido a estos conocimientos? Lo supieron desde cuando levantaron los ojos en dirección al cielo para observar: entonces los, ojos, el cerebro y el corazón ya no sólo sirvieron para ver, vivir y pensar, en ese preciso momento empezaron a darle un sentido más profundo a la razón del por qué de la existencia y su tarea tanto como individuo como grupo, así como para transmitir tales conocimientos en el futuro.
Es en este punto donde uno se refiere en concreto a sus pinturas rupestres, donde científicamente nosotros podemos comprobar que conocían la ciclicidad del tiempo, y sin números ni letras, ellos fácilmente podían escribir la fecha exacta, año, mes, día, la hora e incluso los minutos; un trazo aparentemente simple, pero donde radica la importancia de todo un lenguaje universal, capacidad de abstracción y conocimientos del cosmos.

En concreto, el sol y la luna fueron los astros que más fascinaron y llamaron la atención del hombre primitivo. En general, muchas culturas de la antigüedad registraron el ciclo básico del movimiento lunar, lograron notar el patrón de sus ciclos; los trece ciclos lunares en un año, no por nada el número "trece" es el número en referencia al supramundo de los mayas, así como el aspecto de la operación 13 x 20 = 260 que corresponde a la duración en días de su calendario ritual.
Muchas culturas prehispánicas atendían estos fenómenos, tales que incluso hoy en día basta con alzar la mirada al cielo y que con un poco de paciencia y curiosidad podemos apreciar sin duda. Este y muchos más datos están registrados hace más de cuatro mil años en la Sima Copal en Ocozocoautla. Vale la pena pensar, que esos mismos cerebros nos llevaron a descifrar secretos del cosmos y quien sabe cuanto más podremos aprender, y la relación con muchos aspectos que hacemos y pasamos en nuestra vida cotidiana.
Es en este punto donde uno se refiere en concreto a sus pinturas rupestres, donde científicamente nosotros podemos comprobar que conocían la ciclicidad del tiempo, y sin números ni letras, ellos fácilmente podían escribir la fecha exacta, año, mes, día, la hora e incluso los minutos; un trazo aparentemente simple, pero donde radica la importancia de todo un lenguaje universal, capacidad de abstracción y conocimientos del cosmos.


Muchas culturas prehispánicas atendían estos fenómenos, tales que incluso hoy en día basta con alzar la mirada al cielo y que con un poco de paciencia y curiosidad podemos apreciar sin duda. Este y muchos más datos están registrados hace más de cuatro mil años en la Sima Copal en Ocozocoautla. Vale la pena pensar, que esos mismos cerebros nos llevaron a descifrar secretos del cosmos y quien sabe cuanto más podremos aprender, y la relación con muchos aspectos que hacemos y pasamos en nuestra vida cotidiana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario